Matrimonio Cárdenas Castillo

Ellos permanecen entre nosotros, no solo en nuestros recuerdos, sino en lo más profundo de nuestros corazones, donde siguen vivos. Fueron un pilar fundamental que luchó incansablemente por mantener unida la familiar, tanto en los momentos de alegría como en los de dificultad. Su legado, que perdura hasta hoy, es el lazo indestructible de la unión familiar.

Hilda, mujer de fe católica, fue una excelente ama de casa y una madre dedicada. Su capacidad para contener, su cariño inagotable y su amor por el voleibol y las manualidades la convirtieron en un ejemplo de entrega y amor. Ella inició su vida en matrimonio con Baltazar, también católico, un hombre comprensivo, de ideas claras y mente brillante. Baltazar era además un amigo leal, un firme defensor de la familia y un apasionado deportista, con especial amor por el fútbol.

Juntos, Hilda y Baltazar dieron forma a la familia Cárdenas Castillo. Su amor y dedicación trajeron al mundo a seis hijos: Marisol, Jaime, Luis, Alejandro, Solange y Pamela, quienes hoy llevan en sus corazones el legado de unidad y amor que sus padres les enseñaron.